MENTAL, UN LENGUAJE
ESTRUCTURALISTA

“Yo no creo en las cosas, yo creo en sus relaciones” (Georges Braque)

“El estructuralismo es esa conciencia despierta e inquieta del saber moderno” (Michel Foucault)

“El estructuralismo trata de las relaciones entre las partes y el todo” (Amir D. Aczel)


El Estructuralismo

El estructuralismo es una corriente intelectual, un método científico y una teoría general que proporciona una manera de entender el significado y el conocimiento. Surgió a comienzos del siglo XX con la lingüística estructural de Saussure, y su éxito hizo que se extendiera a otros campos, tanto disciplinas formales (filosofía, antropología, sociología, psicología, economía, biología, etc.) como a la cultura y a las actividades humanas en general.

Según Amir D. Aczel [2009], “El estructuralismo es un método de análisis intelectual que proporciona un marco para comprender y organizar áreas de estudio relacionadas con la producción y la percepción del significado”.

El estructuralismo se basa en el concepto de estructura, un concepto de tipo general que es común a todos los campos. No existe una definición formal consensuada de estructura. No obstante, existe cierto consenso respecto a sus características esenciales: Con Lévi-Strauss se estableció la concepción moderna del estructuralismo: El estructuralismo fue una idea, una teoría y un método universales, una metateoría o un paradigma universal que transformó la manera de contemplar y comprender todos los ámbitos de la realidad. Fue una idea sumamente productiva, como ocurre con toda idea de tipo universalista. Su vocación fue interdisciplinar, multidisciplinar o transdisciplinar.


Orígenes

A pesar de que el término “estructura” no figura en su “Curso de lingüística general” (1916), se considera a Ferdinand de Saussure el creador de los principios que dieron lugar a la corriente estructuralista. Saussure consideraba el lenguaje como una estructura de signos. Creó la semiología: “Una ciencia que estudia la vida de los signos en el seno de la vida social”. La semiología se convirtió posteriormente con Pierce en semiótica, la teoría general del significado y la representación.

Dado su éxito, el estructuralismo pronto se extendió a otras disciplinas, más allá de la lingüística: filosofía, matemáticas, antropología, psicología, teoría de sistemas, etc. Desde los años 1950’s se conviertiço en un auténtico fenómeno social. Toda disciplina aspiraba al calificativo de “estructural”.

Autores destacados fueron: Claude Lévi-Strauss en antropología, Jean Piaget en psicología, Nicolas Bourbaki en matemática, Jacques Lacan en psicoanális y Roland Barthes en crítica literaria.


El estructuralismo lingüístico

El estructuralismo lingüístico arranca a comienzos del siglo XX con Ferdinand de Saussure, y constituye el inicio de la lingüística moderna. En esencia, se basa en lo siguiente: Saussure dedicó especial atención al estudio de las dicotomías (o dualidades): El estructuralismo sucedió al funcionalismo en el que cada elemento del lenguaje tiene una función determinada. En cambio, según el estructuralismo, ningún elemento del lenguaje puede ser valorado si no se considera en relación con los otros elementos.


El estructuralismo lingüístico de Jakobson

Roman Jakobson −fonólogo, teórico de la cultura y autor de una obra considerable− fue un investigador más teórico que empírico. Tuvo una gran influencia sobre Lévi-Strauss y Roland Barthes, entre otros. Fue una figura clave en la adaptación del análisis estructural del lenguaje a otras disciplinas. Concedía mucha importancia a las formas, desde las más simples a las más complejas.

Definió un modelo de la teoría de la comunicación lingüística en la que incluyó 6 factores: emisor, receptor, mensaje, código lingüístico y canal de comunicación. Para Jakobson, la metáfora y la metonimia son los ejes estructurales de toda comunicación lingüística. [La metonimia es designar una cosa o idea con el nombre de otra, sirviéndose de alguna relación semántica existente entre ambas.]

Pionero del análisis estructural del lenguaje, Jakobson contribuyó a formar el influyente Círculo Lingüístico de Praga, fundado en 1926, que creó la disciplina lingüística más coherente de orientación estructural: la fonología: Los fonólogos del Círculo de Praga llegaron a la conclusión de que los fonemas de una lengua forman un sistema, es decir, están tan perfectamente estructurados como las palabras o las formas gramaticales. Este descubrimiento vino a corroborar las teorías de Saussure.


Bourbaki y el estructuralismo matemático

En loa años 30 del pasado siglo XX, la matemática era un absoluto desorden, un cajón de sastre en el que se habían acumulado multitud de herramientas dispersas. Era paradójico que una ciencia que se había convertido en algo fundamental en la actividad científica y que había impuesto la idea de Galileo de que “el libro de la naturaleza está escrito en caracteres matemáticos”, no tuviera ella misma ninguna estructura formal.

Ante esta situación, André Weil consiguió reunir en 1934 a un grupo de matemáticos (principalmente franceses) para reorganizar y reformar la matemática alrededor del concepto de estructura, utilizando como fundamento la teoría de conjuntos. Bajo el nombre ficticio de Nicolas Bourbaki, nacido en un país también ficticio (Poldavia), el grupo comenzó a publicar libros bajo el título general de “Elementos de Matemáticas” (publicó en total 10 volúmenes, cada uno de un campo diferente). En unas pocas décadas el grupo Bourbaki reelaboró la matemática desde esa perspectiva estructuralista y su resultado se denominó “matemática moderna”. La matemática dio así un salto cualitativo enorme.

Bourbaki pretendía transformar las matemáticas (en plural) por la matemática (en singular), una matemática unificada. Para ello eligieron tres especies de estructuras o “estructuras madre” para fundamentar y jerarquizar todo el edificio matemático: la topológica, la de orden y la algebraica [Bourbaki, 1986].

Características del estructuralismo matemático: El avance principal logrado por Bourbaki fue el tema del énfasis en el rigor lógico. Este rigor ha permeado desde entonces en todos los nuevos desarrollos matemáticos. Este énfasis en el rigor se ha visto como una reacción a la importancia que daba Poincaré a la intuición en la matemática. También realizaron innovaciones en la nomenclatura y el simbolismo que pronto se convirtieron de uso común. Por ejemplo, inventaron el símbolo  del conjunto vacío.

El estructuralismo del grupo Bourbaki entró en crisis por la aparición de la teoría de categorías, una teoría más general que la teoría de conjuntos y que aspiraba a unificar y fundamentar toda la matemática. Pese a los éxitos logrados con el estructuralismo, el grupo descubrió que la filosofía estructuralista era incompleta y decidió no continuar con su propósito inicial y abandonar el laberinto en el que se habían metido (ese “infierno”, en sus propias palabras).

Los errores de Bourbaki fueron:
  1. Basarse en la teoría de conjuntos y en tres “estructuras madre” (topológica, de orden y algebraica), que son estructuras derivadas de unas estructuras más simples y universales.

  2. No fundamentarse en unos conceptos intuitivos simples. Solo consideraron el concepto de conjunto (axiomatizado) y el concepto de estructura (no formalizado). El concepto de estructura es intuitivo pero no se formalizó, por lo que quedó en un concepto ambiguo. De todas maneras, no puede definirse porque es demasiado genérico. Es necesario definir los tipos de relaciones concretas.

  3. No armonizar intuición y formalización. No obstante, Bourbaki, en su obra “La arquitectura de las matemáticas” (1946) subrayaba la necesidad de esta armonización, pero los conceptos intuitivos no llegaron a concretarse.

  4. Su extremismo formal, con la utilización de un conglomerado jerárquico de axiomas para formalizar las estructuras, que cercenaba la libertad y la creatividad. Tampoco consideraron el aspecto práctico.

  5. No contemplar categorías, pero no en el sentido de la moderna (y compleja) teoría de categorías, sino categorías definidas simplemente como clases de expresiones matemáticas o expresiones que comparten una determinada estructura. Bourbaki estuvo a punto de abordar algo similar al concepto de categoría pero no lo hicieron, tal vez por el rechazo que les producía un tema excesivamente complejo y poco claro en ese momento.

  6. No crear un lenguaje formal para toda la matemática, a pesar de las innovaciones en nomenclatura y simbolismo.

El estructuralismo en filosofía de la ciencia

En filosofía de la ciencia, el estructuralismo se basa en el concepto de teoría científica como estructura. Puesto que las teorías no se presentan aisladas sino interrelacionadas también aparecen las estructuras de teorías: las relaciones entre las diferentes teorías.

El estructuralismo en filosofía de la ciencia se basa en: A pesar de las múltiples teorías que puedan coexistir para explicar los mismos hechos, la unidad de la ciencia debe basarse en una sola teoría. Esta unidad de la ciencia es la buscan los físicos con una “teoría de todo”. En realidad, el estructuralismo en filosofía de la ciencia trata de construir una metaciencia (una ciencia de ciencias) o una ciencia universal.

La filosofía de la ciencia estructuralista nació con la publicación en 1971 del libro “La estructura lógica de la física matemática” de Joseph D. Sneed, como una síntesis de la física clásica con el positivismo lógico. Fue reelaborado y divulgado por Wolfgang Stegmüller y Carlos Ulises Moulines.


La antropología estructural de Lévi-Strauss

El antropólogo Claude Lévi-Strauss es el fundador de la llamada “antropología estructural”, una visión o explicación de la diversidad cultural y social basada en la aplicación del método estructural a las ciencias humanas. Su concepción del estructuralismo fue más profunda y universal que la lingüística estructural de Saussure. Sus características son las siguientes:
La psicología Gestalt

La psicología Gestalt, nacida en Alemania a principios del siglo XX, es la forma más destacada de la corriente estructuralista en el campo de la psicología.

La palabra alemana “Gestalt” se traduce al español como “forma”, “estructura” o “configuración”. Hace referencia al mecanismo psicológico de percepción (estímulo-respuesta) como un todo significativo de relaciones en el que prevalece el patrón o configuración general sobre los elementos componentes. Esto se resume en la frase “El todo es mayor que sus partes”.

Inicialmente, la psicología Gestalt nació con el mecanismo de percepción, pero posteriormente se aplicó a todos los dominios de la conducta humana.

Vaso de Rubin
(imagen Gestalt)

El estructuralismo psicoanalítico de Jacques Lacan

Lacan fue un estructuralista en el campo del psicoanálisis. Se apoyó principalmente en la lingüística estructural, la filosofía y en las matemáticas (topología, teoría de grafos, teoría de nudos, teoría de conjuntos, teoría de juegos, teoría de números y combinatoria), aunque también se apoyó en la fenomenología, la antropología y el existencialismo.
Anillos de Borromeo

Lacan fue un innovador de la corriente estructuralista y provocó una gran controversia entre otros profesionales. Se le acusó de críptico, difuso, y poco riguroso, incluso asistemático y pseudocientífico.


El estructuralismo genético de Jean Piaget

Para Piaget, “Una estructura es un sistema de transformaciones que implican leyes como sistema, y que se conserva o enriquece por el juego mismo de sus transformaciones, sin que estas lleguen más allá de sus fronteras o recurran a elementos exteriores. En una palabra, una estructura implica los tres caracteres de totalidad, transformación y autorregulación” [Piaget, 1968].

Piaget fue el creador de la psicología genética, la ciencia que investiga la construcción del conocimiento en el niño, y en la que se establece un paralelismo con la construcción del conocimiento científico. A Piaget le interesaba más descubrir los mecanismos de creación y complejización del conocimiento, la construcción de las categorías cognitivas, más que sus contenidos.
El estructuralismo literario de Roland Barthes

El estructuralismo literario crítico examina la estructura de una narración más que el contenido, para de esta forma establecer vínculos con estructuras similares en obras de otras épocas y culturas diferentes.

Barthes filósofo, escritor, ensayista y semiólogo es considerado el representante principal del estructuralismo en el campo de la crítica literaria. Su interés principal fueron los mecanismos de significación en las obras literarias. Su semiología estructural es heredera de la lingüística saussuriana.

Para Barthes, el estructuralismo es una actividad: “El objetivo de toda actividad estructuralista es reconstruir un ‘objeto’, de modo que en esta reconstrucción se manifiesten las reglas de funcionamiento (las ‘funciones’) de este objeto” [Barthes, 1973].

Sus ideas principales son:
El Post-estructuralismo

El post-estructuralismo emergió a finales de los años 1960s con el cuestionamiento de la primacía del estructuralismo en las ciencias humanas. Este cuestionamiento estaba motivado por diversa razones: Los post-estructuralistas propugnaban la búsqueda de un metalenguaje capaz de describir las configuraciones de las ciencias humanas.

No obstante, la frontera entre el estructuralismo y el post-estructuralismo es difusa. Por ejemplo, Barthes y Lacan se pueden considerar estructuralistas o post-estructuralistas, según el aspecto que se considere. Post-estructuralistas destacados fueron Michel Faucault, Jaques Derrida y Gilles Deleuze. La conferencia de Derrida en la Universidad John Hopkins en 1966 “Estructura, signo y juego en el discurso de las ciencias humanas” se considera el manifiesto del post-estructuralismo.


Foucault

Michel Foucault (1926-1984) −historiador de las ideas, psicólogo, teórico social y filósofo− es conocido por sus análisis de las estructuras de poder y su relación con el conocimiento, así como por sus críticas de las instituciones sociales, en especial la psiquiatría, los tribunales y las cárceles. Diseccionó las normas sociales y buscó la verdad en el ser humano.

En los años 1960s se interesó por el estructuralismo, del que se distanció posteriormente por considerarlo demasiado rígido. Su libro de 1965 “El orden de las cosas” [1999] la publicó durante el auge de su interés por el estructuralismo. En esta obra Foucault busca los orígenes de las ciencias humanas (especialmente psicología y sociología), una arqueología epistemológica de las ciencias humanas, llegando a la conclusión de que de que las ciencias se explican por ciertos arquetipos, que todos los periodos de la historia han mantenido diferentes verdades subyacentes. Jean Piaget comparó esta posición de Foucault con el concepto de paradigma de Kuhn.


Derrida

Jacques Derrida (1930-2004) fue un pensador polémico por su iconoclasia y su postura crítica radical. Investigó las estructuras del lenguaje, pero intentó ir más allá de ellas para buscar su fundamento. Ese “mirar la estructura por debajo de la estructura” y no encontrar ningún fundamento lo denomina “deconstrucción”. Llegó a las conclusiones siguientes:
Delauze

Gilles Delauze (1925-1995) fue un filósofo heterodoxo francés, autor de numerosas obras filosóficas. Sus ideas son las siguientes:
MENTAL y el Estructuralismo

MENTAL es el paradigma, el ejemplo más ilustrativo y completo, de la filosofía estructuralista: Pero MENTAL va más allá del paradigma estructuralista para elevarse a un paradigma universal: En el fondo, lo que subyace en el estructuralismo es la búsqueda de unos mecanismos universales, unas primitivas relacionales o relaciones “madre” fundamento de todas las relaciones para describir toda clase de sistemas. En MENTAL, esas relaciones son los arquetipos primarios, los arquetipos de la conciencia. También subyace el principio de causalidad descendente, donde lo general y universal prevalece sobre lo particular.

En definitiva, podemos decir que el estructuralismo se basa en los arquetipos primarios, el fundamento de todo lo existente, incluyendo el pensamiento científico y humanista.

El estructuralismo tuvo su origen en la lingüística. Con MENTAL volvemos a los orígenes pero revestido de universalidad. MENTAL es:
Un método estructuralista universal

El método lingüístico estructural utilizado en MENTAL es universal. Se basa en dos principios:
  1. Todos los fenómenos (naturales, mentales, sociales, culturales, etc.) deben reducirse al menor número posible de elementos que proporcionen la máxima inteligibilidad.

  2. Hay que descubrir las relaciones estructurales entre esos elementos para comprender su significado global.
En realidad estos dos principios se corresponden en lingüística a la semántica lexical y a la semántica estructural, respectivamente.



Adenda

La visión estructuralista de Umberto Eco

El libro de Umberto Eco “Obra abierta” (1962) es calificado por algunos autores como el primer libro post-estructuralista. Según Eco, un lector “reescribe” el texto de una obra literaria y se convierte en autor. Esto crea una relación particular entre autor y lector. “Obra abierta” no significa que exista una falta de estructura, sino que existe una estructura general que soporta otras estructuras interpretativas. En este sentido, una obra es simbólica, pues un símbolo admite una pluralidad de sentidos.

El libro de Eco fue publicado al mismo tiempo que Barthes proponía que la obra literaria debe estar abierta para que permanezca siempre viva.

En 1967, Eco publicó “La estructura ausente”, otro libro que causó un gran impacto en el campo del estructuralismo (o post-estructuralismo). Según el autor italiano, las estructuras no son entidades existentes, sino solo herramientas formales de ayuda a la representación de ideas o conceptos.


Las matemáticas de la antropología estructural de Lévi-Strauss

Lévi-Strauss se valió del formalismo matemático en sus obras. Merecen destacar los siguientes:
Bibliografía